Un equipo de cuatro mujeres de Trujillo, entre las que se encuentran Mariví y Marisa -dos mujeres muy inquietas de la ciudad- y las empresarias Mar y Eva de la firma Hilos y telas Mareva, lleva trabajando desde hace meses en lo que representa una revolución en la técnica de fabricación de refajos del Chíviri.
Para aquellos que desconozcan esta fiesta local, el Chíviri es una de las celebraciones más importantes de Trujillo que tiene lugar el Domingo de Resurrección, en Semana Santa, en la que mujeres y hombres se visten con trajes tradicionales y se reúnen en la plaza Mayor de la localidad cacereña para festejar, cantar y bailar. En dicha celebración, la falda tradicional del traje -llamada refajo– tiene especial importancia, y tanto ésta como las decoraciones se han hecho siempre a mano utilizando fieltro de lana. Tradicionalmente, las mujeres de cada familia trabajaban en sus trajes con mucha paciencia y dedicación debido a la dificultad que entraña todo el proceso, ya que, hasta ahora, un ama de casa podía tardar dos meses en realizar un refajo al completo.
Tras casi un año trabajando en este proyecto en el Circular FAB de Trujillo, este grupo de mujeres emprendedoras se ha estado formando en herramientas y técnicas innovadoras, “aprendiendo muchísimo en el camino”, enfatiza Javi, dinamizador del centro. Este aprendizaje ha pasado por varias etapas y tareas: escanear patrones antiguos, realizar cambios digitales para mejorar el corte en la cortadora láser, perfeccionar su manejo y cosido añadiendo piezas de soporte, utilizar distintos materiales y técnicas, etc. Por el camino se han hecho pruebas en trajes de muñecas que Mar y Eva han realizado como prueba, distintos cortes y algunas piezas parciales del traje. El resultado de esta combinación de conocimiento de la tradición por parte de Marisa, Mar y Eva, el tesón e ingenio de todas, la innovación de Mariví y la tecnología ha sido el arreglo de un refajo del que han hecho gala en las fiestas del Chíviri de este año.
De forma oficial, el proyecto concluyó cuando Mariví, una de las chicas de esta iniciativa, consiguió realizar los diseños del refajo, el bajo y la faltriquera (bolso que acompaña al vestido) y los cortó para lucirlos en la celebración. Sin embargo, este equipo incombustible de mujeres sigue practicando semana tras semana para encontrar mejores formas de trabajar el fieltro en la máquina láser, descubriendo novedades increíbles durante el proceso que facilitan la implementación de esta técnica en la elaboración de los trajes tradicionales.
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